LIBERACIÓN
LIBERACIÓN Querido Cachín y demás maestros en proceso de liberación: ¡Llegaste a mi vida de sorpresa! Te escapaste de alguna jaula dorada, de quién sabe qué apartamento, de quién sabe qué edificio de la Altamira de Caracas, donde seguramente lo tenías todo para sobrevivir, seguridad, comida y afecto pues estabas bonito y bien cuidado; al menos no te cortaron las alas como suelen hacer. Al levantar ese furtivo y repentino vuelo hacia el cielo de Caracas, seguramente sentiste la sensación que mora en tus genes de aquella libertad de tus ancestros. Por unos cortos minutos viviste la sensación de la libertad de un prófugo, para luego caer de nuevo en la falsa seguridad de las manos de otro humano desconocedor de tus necesidades naturales como este servidor; yo que estaba tranquilo en el cafetín a cielo abierto del CELARG, leyendo y esperando, acompañado de un café, para entrar a un taller de teatro y tú que llegas... Fue un momento extraño pero luminoso, pues no es usu...