TODO CAMBIA EN EL TEATRO EXISTENCIAL DE LA VIDA (Parte II)
(Parte II)
En la entrega anterior utilizamos la plataforma teatral para abordar el cómo, el porqué y el para qué llegamos a un punto de saturación que nos obliga a iniciar un cambio interno. Hoy profundizaremos un poco más sobre el tema, desde un punto de vista más holístico...
El cambio es un reseteo parcial de nuestro programa mental de sufrimiento actual, de nuestra percepción de la vida y el mundo que nos rodea, y al menos que se tenga un accidente craneal, no es posible borrar por completo la base existencial y la esencia que vienen plasmadas en nuestro código genético biológico y energético como pertenecientes a la raza humana.
Si nos fijamos bien en la naturaleza, un caballo, un perro, un gato o cualquier animal salvaje e inclusive un árbol o una flor, ellos mantienen una misma conducta de base, característica de su escala zoológica o botánica, sin embargo y de acuerdo a su crianza, a su cuido, cada uno irá desarrollando una personalidad muy particular que lo definirá como único en su especie, al igual que nosotros. La única diferencia es que ellos no poseen consciencia y nosotros sí, esto es una ventaja y una desventaja a la vez, lo cierto del caso es que el tener consciencia, nos hace ciento por ciento responsables de nuestras vidas y de cómo conducirla.
En nuestro caso particular se trata de borrar todos aquellos elementos que nos hace sufrientes, y fortalecernos, manteniendo aquellos valores que nos llenan y nos hace felices.
En primera instancia, este reseteo parcial se logra mediante un proceso de sanación del cuerpo emocional, ya que quienes están verdaderamente distorsionad@s, resentid@s y lesionad@s son aquell@s niñ@s y adolescentes internos que tod@s llevamos por dentro y que gravitan constantemente en nuestra ecología emocional y por ende en todas nuestras decisiones.
Venimos arrastrando una serie de dolorosos traumas desde el estado de gestación y para completar, recibimos en herencia genética energética de nuestros antepasados, eso que se llama el ADN cuántico, una serie de nudos ancestrales no resueltos y que se deben resolver para bien de todo el sistema familiar anterior y actual, y quienes reciben la peor parte son nuestr@s niñ@s y adolescentes internos. Sanando esta parte activa de nuestra personalidad, podremos cruzar en completa liviandad el puente hacia la madurez de un adulto equilibrado y en paz interna. Existen muchos métodos para sanar el cuerpo emocional y de ello conversaremos más adelante.
Estamos hablando con toda responsabilidad de un complejo y profundo proceso de arquitectura y reingeniería de la mente, sus pensamientos, emociones, sentimientos, decisiones y las acciones que generan esos pensamientos, así en ese orden. ¡Somos lo que pensamos!
Estamos hablando de intervenir nuestra existencia en todos los órdenes, nos referíamos anteriormente al cuerpo emocional como prioridad de primera línea, pero también poseemos otros cuerpos en paralelo de suprema importancia que tenemos que atender, es decir, el cuerpo físico, etérico, mental (también llamado astral) y el cuerpo espiritual. Esta intervención es tan profunda que hasta la más diminuta partícula celular y atómica que compone nuestra materia corporal debemos transformarla. Así de radical es el compromiso con el cambio y en muchos casos se constituye en misión de vida.
Estamos hablando de transmutación, recalibración y recomposición de nuestro ADN. Hablamos de una cirugía cuántica del alma ¡Este es el tamaño del reto al cambio!
Podemos afirmar entonces, que existen tres tipos de cambio, el inconsciente el consciente y el súbito. Los dos primeros son paulatinos, el último es una especie de tsunami espiritual.
1) El cambio inconsciente es aquel que opera dentro de una dinámica adaptativa libre y apoyada exclusivamente en las herramientas naturales que hemos ido recolectando fortuitamente en las diferentes y cambiantes etapas de nuestras vidas y su motivación principal obedece a la intuitiva pero muy básica necesidad de sobrevivencia. La palabra lo dice, es un cambio por inercia inconsciente, es un cambio involuntario, dormido, mal orientado y sin rumbo positivo, producto de los cambios biológicos naturales que ocurren en el cerebro a medida que pasa el tiempo y que van modificando poco a poco nuestra personalidad según la edad cronológica.
2) Por otro lado, el cambio consciente es aquel que tiene un objetivo final claro y un camino pavimentado por recorrer, es un cambio por decisión voluntaria y sobretodo dirigido, que busca el equilibrio perdido, que busca el recuerdo álmico de la era en que los seres humanos vivíamos en sociedades perfectas donde no existían el dinero, ni el egoísmo, ni la competencia, mucho menos la envidia, ya que el bienestar de un@ de sus miembros, era el bienestar de tod@s sus miembros. En suma, era una sociedad basada en los órdenes del amor y hacia allí apunta el nuevo personaje. Este tipo de cambio nos permite convertirnos en juez y parte, en actor y espectador a la vez y eso es una gran ventaja porque nos permite evaluar objetivamente nuestra evolución.
3) En cuanto al tercer tipo de cambio, el cambio súbito, es el menos común, lo normal es que los cambios operen progresivamente, pero cuando éste suele darse, se manifiesta en forma súbita y espontáneamente a través de un "Big-Bang" lumínico místico, logrando un despertar o una conversión espiritual automática que marca un antes y un después en nuestras vidas. Es una especie de salto cuántico evolutivo teñido de misterio, ya que todavía no se sabe el por qué, cómo, cuándo o dónde sucederá, lo cierto es que se logra explosivamente la transformación espiritual necesaria para dar el salto al vacío a la evolución de la consciencia y eso es lo más trascendental de estos casos. Algunos lo llaman "Revelación", otros, en forma jocosa: "Rayo Despendejeador". Nos conformaremos con decir que es un estado de gracia que no obedece a las leyes terrenales, previniendo que no se debe confundir a los efectos Serendipia, "Click" o Eureka con este despertar y cambio súbito en cuestión.
También es importante advertir que los procesos metamórficos del ser humano son absolutamente personales y tan impredecibles como un viaje en altamar, si la embarcación es fuerte cruzaremos el océano hasta la otra orilla sin tantos problemas, pero si es endeble, correremos muchos peligros, tal y como aquellos grandes actores que se perdieron o sucumbieron cuando interpretaron otros personajes distintos al suyo.
De allí que es vital reforzar nuestra embarcación, solicitemos ayuda espiritual calificada, sanemos nuestra neurosis, inflemos las velas con el empoderamiento del nuevo personaje a desarrollar, y pongamos a tono nuestros motores emocionales y la rosa del viento del corazón para poder superar cualquier tormenta, por más intensa que sea.
De allí que es vital reforzar nuestra embarcación, solicitemos ayuda espiritual calificada, sanemos nuestra neurosis, inflemos las velas con el empoderamiento del nuevo personaje a desarrollar, y pongamos a tono nuestros motores emocionales y la rosa del viento del corazón para poder superar cualquier tormenta, por más intensa que sea.
Si acaso no estás en la onda encantada del cambio, a estas alturas es posible que te estés preguntando ¿Cómo hago para cambiar?
El primer paso es desearlo de todo corazón, sobre todo si has tocado fondo, pues al activar el deseo de cambio en el centro del corazón, en la mente, las palabras, las actitudes y las acciones, cuenta con toda certeza que el Universo o el Dios de tu entendimiento, comprenderá con pasmosa nitidez lo que deseas y activará mecanismos para ponerte en bandeja de plata las herramientas y el camino que necesitas para iniciarte en el despertar, sanación, cambio y elevación de la consciencia. Toma en consideración que ya está demostrado que todos los mortales tenemos la capacidad de migrar a la frecuencia índigo con lo cual ya tendremos un punto de referencia sólido y no estaremos tan perdid@s. Si deseas saber si tienes características índigo te redireccionamos al siguiente test: “Test para saber si eres índigo”. Pero indiferentemente al resultado del test, cualquiera de nosotros puede acceder al nivel índigo si así lo reclama nuestra alma.
Para l@s iniciad@s o que están por iniciarse, les transmitimos una sugerencia en extremo importante y es aprender primero a caminar prudentemente, sin prisas y sin expectativas, es decir, vivir un día, una hora, un minuto, un instante a la vez, haciendo con paciencia lo necesario para nuestra transfiguración. Se aprende a vivir el presente con serenidad, cuando nos quitamos de encima las expectativas, la ansiedad o el inmediatismo por lograr el cambio y sin ese pesado lastre, minimizamos al máximo las posibilidades de ser invadidos por las emociones negativas generadas por el desespero por lograr el nuevo personaje anhelado y que nos provocará malos ratos y retrasos innecesarios.
Nuestra intención no es enfocarnos en un camino específico, pues hemos recorrido unos cuantos y sinceramente contamos hoy día con excelentes y seguras rutas de crecimiento y curación a la disposición de tod@s, además que no es responsable inclinar a l@s lector@s hacia un camino en particular pues cada quién debe ir descubriendo el suyo. Por ello, cuando el universo nos empiece a enviar respuestas, recomendamos escoger un camino de crecimiento serio y confiable que aplique tecnologías espirituales comprobadas por los resultados que han obtenido a lo largo de los años o los siglos. Luego, es conveniente realizar un mapa rector del cambio con una bitácora de viaje lo suficientemente flexible como para dar golpes de timón cada vez que el mar de las emociones negativas se agite y la depresión, pesimismo o negatividad nos susurre cautivadoramente en el oído. No olvidemos que el cambio es un proceso orgánico y por lo tanto muy dinámico, por no decir sorpresivo.
Es cierto que las corrientes espirituales sólidas poseen un eje central de ascensión y un solo objetivo que es el amor puro; pero el ritmo y el diseño de la estructura evolutiva abrazada, es como cada individuo que habita el planeta, original, único, exclusivo, inexorable y además irrepetible. La clave para saber si estamos en el camino correcto nos la va a dar la intuición de nuestro corazón, lo común en los buscadores es explorar previamente algunos caminos hasta entroncar con el que se adapte en armonía a su personalidad. En todo caso ¡Cuidado con caer en el fanatismo! Pues también es bastante frecuente pasar por esta dura prueba y es mejor esquivarla. Una cosa es convicción, fe o devoción y otra cosa es el fanatismo. El fanatismo es enfermedad, es neurosis, es obsesión.
En este viaje de navegación profunda podemos dar un "salto atrás". No hay por qué preocuparse, suele suceder, así que por favor, no te dejes ahogar por la frustración y retoma impulso para proseguir el rumbo sereno y sin agobios.
Nuestra intención no es enfocarnos en un camino específico, pues hemos recorrido unos cuantos y sinceramente contamos hoy día con excelentes y seguras rutas de crecimiento y curación a la disposición de tod@s, además que no es responsable inclinar a l@s lector@s hacia un camino en particular pues cada quién debe ir descubriendo el suyo. Por ello, cuando el universo nos empiece a enviar respuestas, recomendamos escoger un camino de crecimiento serio y confiable que aplique tecnologías espirituales comprobadas por los resultados que han obtenido a lo largo de los años o los siglos. Luego, es conveniente realizar un mapa rector del cambio con una bitácora de viaje lo suficientemente flexible como para dar golpes de timón cada vez que el mar de las emociones negativas se agite y la depresión, pesimismo o negatividad nos susurre cautivadoramente en el oído. No olvidemos que el cambio es un proceso orgánico y por lo tanto muy dinámico, por no decir sorpresivo.
Es cierto que las corrientes espirituales sólidas poseen un eje central de ascensión y un solo objetivo que es el amor puro; pero el ritmo y el diseño de la estructura evolutiva abrazada, es como cada individuo que habita el planeta, original, único, exclusivo, inexorable y además irrepetible. La clave para saber si estamos en el camino correcto nos la va a dar la intuición de nuestro corazón, lo común en los buscadores es explorar previamente algunos caminos hasta entroncar con el que se adapte en armonía a su personalidad. En todo caso ¡Cuidado con caer en el fanatismo! Pues también es bastante frecuente pasar por esta dura prueba y es mejor esquivarla. Una cosa es convicción, fe o devoción y otra cosa es el fanatismo. El fanatismo es enfermedad, es neurosis, es obsesión.
En este viaje de navegación profunda podemos dar un "salto atrás". No hay por qué preocuparse, suele suceder, así que por favor, no te dejes ahogar por la frustración y retoma impulso para proseguir el rumbo sereno y sin agobios.
El camino de la sanación también viene acompañado con fuertes “Crisis curativas” o "Crisis de sanación" o "Emergencias espirituales", que se pueden confundir con enfermedades.
Cuando la consciencia se separa de la mente prefabricada, caemos en una etapa de duelo psicológico con los sentimientos dolorosos que esto conlleva. Por otro lado debemos comprender que vamos a atravesar por una transmutación molecular radical que ocasiona un fuerte movimiento telúrico interno además de liberación de toxinas al torrente sanguíneo producto de nuestra desintoxicación y entre otros síntomas, sus manifestaciones son las siguientes:
>>>mareos, náuseas y/o vómitos, “gripes espirituales”, desorientación temporoespacial, pérdida de la memoria, pesadillas, sueños vívidos o premonitorios, dolores en los huesos, agotamiento o síndrome de fatiga crónica, migrañas, exceso o ausencia de apetito, cambios repentinos y explosivos de humor como ira, euforias, llantos espontáneos dolorosos o depresiones (Noche oscura del Alma), falta o extremo deseo sexual, fiebre o "calorones", frío y/o escalofríos, mialgias, pitidos, acufenos, insomnio, diarreas, excesiva descarga menstrual (Menorragia), dismenorrea o amenorrea, incremento en la sudoración u orina, asma u otros problemas respiratorios, dermatitis, alergias, necesidad de aislamiento, etc, etc, etc.<<<
La mejor prueba de que estos síntomas son de curación o sanación, es que cuando acudan al médico o a los médicos, cuestión que es recomendable para descartar, no les encontrarán absolutamente nada.
Cuando la consciencia se separa de la mente prefabricada, caemos en una etapa de duelo psicológico con los sentimientos dolorosos que esto conlleva. Por otro lado debemos comprender que vamos a atravesar por una transmutación molecular radical que ocasiona un fuerte movimiento telúrico interno además de liberación de toxinas al torrente sanguíneo producto de nuestra desintoxicación y entre otros síntomas, sus manifestaciones son las siguientes:
>>>mareos, náuseas y/o vómitos, “gripes espirituales”, desorientación temporoespacial, pérdida de la memoria, pesadillas, sueños vívidos o premonitorios, dolores en los huesos, agotamiento o síndrome de fatiga crónica, migrañas, exceso o ausencia de apetito, cambios repentinos y explosivos de humor como ira, euforias, llantos espontáneos dolorosos o depresiones (Noche oscura del Alma), falta o extremo deseo sexual, fiebre o "calorones", frío y/o escalofríos, mialgias, pitidos, acufenos, insomnio, diarreas, excesiva descarga menstrual (Menorragia), dismenorrea o amenorrea, incremento en la sudoración u orina, asma u otros problemas respiratorios, dermatitis, alergias, necesidad de aislamiento, etc, etc, etc.<<<
La mejor prueba de que estos síntomas son de curación o sanación, es que cuando acudan al médico o a los médicos, cuestión que es recomendable para descartar, no les encontrarán absolutamente nada.
¡Otra advertencia importante! Debido a la ley de causa y efecto, cuando iniciamos nuestra dinámica de cambio interno también pueden cambiar drásticamente aspectos importantes de nuestras vidas, como cambios en nuestra actividad laboral, en nuestra vida sentimental e inclusive la familiar y debemos estar preparad@s para este proceso a fin de no codificarlo como algo negativo, ya que el cambio interno es proporcionalmente directo al cambio externo.
En otros parajes de la aventura al cambio, también podríamos vivir una prueba crucial, es un punto de quiebre en donde se cae en un frustración tan grande que estaremos tentados a arrepentirnos por haber tomado la decisión de transformarnos en seres de luz e inclusive podemos llegar a sentir que estamos perdiendo la cabeza y en el peor de los casos caer en pánico por creer que nos estamos muriendo, es bastante frecuente estos casos mejor conocidos como "Las noches oscuras del Alma". De llegar a este nivel, debemos asumirlo como una prueba más y tomar oxígeno espiritual para sobrepasar este período. Los resultados no se harán esperar pues es una prueba de fuego que profundiza nuestra FE.
¡Para renacer es necesario morir primero!
En otro orden de ideas, es fundamental tomar en cuenta sobre los cambios en la frecuencia vibratoria energética de Madre Tierra en la actual Era de Acuario y la apertura de ciertos portales o vórtices energéticos, cuestión que nos ayudará mucho para el entendimiento de nuestro proceso de calvario y resurrección personal. Sobre este particular existe muchísima información en internet y sobre esto versaremos en futuros artículos pues es una materia bastante extensa.
Finalmente, el recordar que todos los caminos conducen a Dios... a nuestro Hogar, y que cada ser humano formamos parte de ÉL como una gota dorada en el océano cósmico, nos llena de confianza en el proceso de oruga a mariposa y nos abre el portal de la FE en el cambio y la transformación hacia otro personaje renacido pero blindado con un nuevo guión de amor agápico para completar una actuación genuina, sin complejos, sin fronteras y sin barreras, en este majestuoso y nuevo escenario teatral de una vida que realmente nos merecemos, simplemente por el hecho de ser lo que somos, seres de luz y amor.
¡Bienvenid@s tod@s!
Colibrí.
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